martes, 20 de septiembre de 2022

UNA ESPAÑA VACÍA QUE ¿DULCIFICA EL FRANQUISMO?

En La España vacía leo a Sergio del Molino afirmar que "en el franquismo se podía hablar de pobreza. Se podía lamentar y denunciar la situación de los pobres". Y parece una frase del guión de la historia de la dictadura franquista contada por Walt Disney. 

Lo leo y me acuerdo de está fotografía que prohibió la dictadura y pienso: "España vacía pero ¿de qué? ¿de memoria?".


El franquismo censuró esta fotografía de Hermes Pato de 1940. El triunfo del dictador no podía verse enturbiado por la mirada de ese padre, sus dos hijos y su hija escondida bajo la manta por ese retrato de la pobreza que explicaba lo poco que había tenido de glorioso el alzamiento nacional.
Cuando hoy algún periódico extranjero como The New York Times retrata en sus páginas la dureza de la crisis, el Gobierno de España protestaba afirmando que era una exageración. El Partido Popular piensa que aunque haya generado millones de pobres tenemos que comportarnos como si todavía fuéramos el milagro económico español.
La vergüenza de los pobres es la desvergüenza de los ricos. Mientras decenas de miles de familias apagan el termostato de la calefacción por no poder pagar suministros energéticos, el número de ricos en nuestro país aumenta un 40% en los últimos cinco años.
Padres que recogen comida en los colegios de sus hijos cuando no los ven otros padres, personas que pasan hambre por no ir a un banco de alimentos, hombres y mujeres que callan su pobreza. El silencio de la gente corriente siempre protege a los verdugos y a los reyes de la avaricia. ¿Cómo seria la política en nuestro país si la pobreza hablara?

Cuando un relato se hace hegemónico en España hay que sospechar convenientemente de él. De lo que estuvo vacía España durante la dictadura fue de democracia y durante los años posteriores a la dictadura estuvo vacía de justicia para las víctimas del franquimo. Y de lo que está llena es de relatos negacionistas y complacientes.

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