jueves, 8 de marzo de 2018

EL DÍA QUE ALBERT RIVERA ESCUPIÓ CONTRA EL VIENTO O ¿DÓNDE TE METES MÉNDEZ DE VIGO?

Llegar tarde a casa después de un día intenso y ver que alguien rebota el tuit hiperplanificado por el equipo de Albert Rivera para ver si compensa la torpeza de su partido. Las personas que construyen su argumentario diseñaron para él este tuit:

Feliz #DiaDeLaMujer. Queda mucho por hacer, luchemos juntos contra la discriminación y la violencia machista, por la libertad y la igualdad de nuestras madres, nuestras parejas y nuestras hijas. ‘La libertad se aprende ejerciéndola’, Clara Campoamor. #WomensDay

Las personas que le fabrican el argumentario no se alejaron mucho del tuit que le prepararon a Inés Arrimadas. Tenían que explicar por qué no estaban en las manifestaciones en las que han participado millones de personas. Al tuit de arrimadas le tocó este texto:

¡Feliz #DíadelaMujer! Nuestras madres y abuelas lucharon por la igualdad de derechos; nosotras luchamos por la igualdad real y efectiva que aún queda lejos. Sigamos trabajando juntas por un futuro igualitario y libre de machismo desde un feminismo plural e inclusivo #WomensDay

Para demostrar una pauta marcada por la dirección de argumentos, los dos hastags utilizados por ambos eran iguales, relativamente inertes, alejados de conflictos políticos o de cualquier respuesta contundente.

El tuit de Albert Rivera lleva repetido un pronombre posesivo que asociado a una figura femenina no parece el más adecuado para defender la igualdad y combatir el machismo. También era excluyente; todas las mujeres son hijas, pero hay muchas que no son madres o no tienen pareja. Enormemente torpes los argumentadores de Rivera; una forma de demostrar sus dificultades para moverse en un terreno como el de la igualdad, alguien que decidió ponerle a su partido un nombre masculino. N un guiño en su cintura política con ese “luchemos juntos” que podía haber feminizado. Y un mensaje claro, su partido no ha llegado a la política para acabar con las desigualdades que denuncian las mujeres.

En el caso de Inés Arrimadas hay algo absurdo; asegura que “nuestras madres y abuelas lucharon por la igualdad de derechos; nosotras luchamos por la igualdad real y efectiva”. Pensarán Arrimadas y quienes les escriben los tuits que las primeras sufragistas españolas, las que conquistaron el voto y el divorcio en los años de la Segunda República, o las que se recompusieron después de la dura represión del franquismo que convirtió a muchas mujeres en poco más que animales de compañía, ¿no luchaban por la igualdad real y efectiva? ¿Piensa acaso que todas aquellas que en los últimos años de la dictadura se casaron por lo civil como una declaración contra el nacional catolicismo o fueron juzgadas por abortar o “abandonar” a sus maridos querían sólo derechos escritos y no igualdad real y efectiva?

El mensaje político que ha lanzado Ciudadanos a la sociedad es la escenificación de un enorme fracaso. Las multitudinarias manifestaciones que se han producido en este 8M agrupaban a todas las edades y clases sociales, algo fácil de observar con detenerse unos minutos a verlas pasar.

El que no está dispuesto a cambiar no tiene la posibilidad de cambiar nada. La actitud de Ciudadanos ante este 8M ha debilitado sal partido, lo ha divorciado de sectores conservadores, más o menos moderados, que no soportan el machismo, que tampoco es patrimonio de una tendencia ideológica, porque también hay en el mundo mucho hombre que se declara feminista y progre, que lo ejerce en el discurso, pero no en el curso.

El día de hoy ha sido muy importante, las enormes movilizaciones y la repercusión que han tenido son una gran oportunidad. Muy interesante la cantidad de mujeres jóvenes que han tomado conciencia y que han vivido hoy una enorme experiencia de ciudadanía y acción política. Somos la herencia arrebatada de millones de mujeres que han transformado el mundo a través de pequeños cambios; millones de lentas y pequeñas pinceladas que han construido otra realidad.

Desde la visión de esas grandes movilizaciones se puede mirar a muchos lugares de la política, pero directa o indirectamente el más interpelado de los miembros del Gobierno es el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo. Cualquier solución para erradicar el machismo para por la enseñanza; nunca habrá una solución si no se utiliza como herramienta de cambio la educación. En un Gobierno verdaderamente preocupado por el tema el Ministro de Educación estaría mañana a primera hora llamando a todas las consejerías de las comunidades autónomas para activar un plan de enseñanza para la igualdad. Pero a la hora de la verdad, los gobiernos populares gastan poco en igualdad, pero no tienen ningún problema en financiar con dinero público colegios que segregan a los niños de las niñas. Y en esas estamos.






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